Nuestros hijos viven unos momentos históricos y aunque ni se den cuenta, nuestra obligación como adultos es hacerles ver lo excepcional de la vida del ser humano post contemporáneo, que nunca antes ha tenido acceso a tanto conocimiento, a tanto progreso. Es aquí, lejos de lo cotidiano, donde uno se da cuenta del valor de convivir como se hace en Tournon-sur-Rhone, distintas razas, credos y costumbres. Que la inversión que vosotros padres hacéis económicamente, y la que nosotros profes ponemos de nuestro tiempo libre sirva para que la generación que viene sea mejor que la anterior.
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