Pero la Alhambra se visita, no se lee.
Palacio Real Árabe: Está formado por el Mexuar, por donde entramos, el cuarto de Comares, el Patio de los Leones y las construcciones posteriores a la rendición de Granada.
Mexuar: En este cuarto se mezclan ménsulas de mocárabes, yeserías nazaríes y lazos moriscos contrastando con cuarterones castellanos, azulejos del siglo XVIII y dorados del siglo XVI. En sus azulejos se pueden admirar las redes modulares que han inspirado tantos estudios a lo largo de los siglos y que hemos dibujado en clase.
En el Patio del Cuarto Dorado se observa una bellísima fachada donde anidan los pajarillos, dando lugar a armónicos sonidos que se únen al fluir del agua de la fuente central.
Patio de Comares, de los Arrayanes o de la Alberca, con su impresionante estanque, albergaba a un lado dependencias particulares del rey y al otro, la sala de la Barca, cuyo nombre se debe a la forma de su bóveda y el salón de los Embajadores, cuya decoración integraba balcones con vidrieras de colores y celosías de madera, así como preciosas yeserías geométricas. En ella, se firmaron las Capitulaciones entre Fernando e Isabel y Cristóbal Colón para el primer viaje a América.
Patio de los Leones: Me he tomado la libertad de adjuntar una imagen del antiguo patio, hoy en restauración, aunque visitamos los 12 leones ya relucientes. Este patio rememoraba un oasis en el desierto, con sus columnas simulando ramilletes de palmeras y los leones custiodiándolo en la fuente central. a este patio dan las habitaciones del Harén, la Sala de los Abencerrajes, cuyas manchas de sangre oxidada en el mármol de la fuente recuerdan un sangriento episodio de los guerreros degollados uno a uno conforme entraban a la sala por parte del rey; la sala de los Reyes, dividida en tres partes donde se localizaban las alcobas reales; y la Sala de las Dos Hermanas, en las que se encerraban las esposas oficiales con sus hijos, cuando éstas eran repudiadas por el monarca. Su nombre se debe a las dos grandes losas de mármol situadas en el suelo.
Sobre el Jardín de los Cipreses se encuentran las habitaciones de Carlos I y la galería del Tocador de la Reina, que sirvió de retiro a la emperatriz Isabel y de aquí se pasa al Jardín de Lindaraja o de los Naranjos, con su fuente central.
Desde aquí accedemos a los jardines del Partal, donde finaliza nuestra visita de los Palacios y cuya imagen podeis ver reflejada en una acuarela en el Aula de Dibujo del Instituto.
A los pies de la Alcazaba continuamos nuestra visita, para subir a la Torre de la Vela, desde la que observamos el camino recorrido durante el día y las maravillosas vistas de la ciudad de Granada, la Vega y Sierra Nevada.
A los pies de la Alcazaba continuamos nuestra visita, para subir a la Torre de la Vela, desde la que observamos el camino recorrido durante el día y las maravillosas vistas de la ciudad de Granada, la Vega y Sierra Nevada.
"Dale limosna mujer
que no hay en la vida nada
como la pena de ser
ciego en Granada"
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